sábado, 25 de junio de 2011

La Saga del Pentáculo III

La última entrada concluía, chicos, con vuestro Primo sentado a la mesa junto a su padre, mirando abrumado al vacío, con 50 euros en su bolsillo, pensando qué pasaría con la demencial estrella del de los Rivers.

Y pasaron los meses, y Semana Santa llegó. Mi agenda estaba bastante apretada, pero algún día, en algún momento, aunque fuera sólo un par de minutos, yo debía ver al de los Rivers con su estrella en la frente, debía verlo en el centro, preferiblemente en horarios de pasos, preferiblemente sentándose en medio de la calle para impedir que pasaran, y hasta entonces no me lo creería.

Aguardaba con ilusión el Jueves Santo o el Viernes Santo, pues entonces era cuando mejor me hubiera venido quedar con él, pero el miércoles, si no recuerdo mal, vuestro tío Carrera me contó una noticia escalofriante: había quedado ya con el de los Rivers, y no había ninguna estrella por ningún lado, al menos en sus partes visibles, aunque sospecho que las revisó todas.


Todo había sido un acto de fanfarronería, algo impropio de un tipo tan humilde y normal como el individuo que aparece en el fondo de este blog. Yo no daba crédito a mis oídos, y salí corriendo de la cita con Carrera, pese a recibir luego críticas de dejarlo a medias, salí corriendo con lágrimas en los ojos, lágrimas viejas y nuevas al mismo tiempo, que sabían a lo que sabe la piedra molida de los ídolos destruidos. Llegué a mi casa y no perdí un segundo en llegar al cuarto del ordenador, quitar los papeles de delante del ordenador, encender el ordenador, salir del cuarto y cagar en la almohada de Rubén, volver al cuarto, poner tuenti en el ordenador y abrir el apartado titulado "Eventos".
Y allí, chicos, aunque comprendo que seais reacios a creéroslo, no había nada. Yo, que pensaba disfrutar viendo cómo Rivers se defendía a la vez de las acusaciones de sus enemigos religiosos y de sus amigos traicionados, me topé con la estrategia más burda que había visto hasta entonces: borrar el evento, que expiraba mucho después de Semana Santa, para fingir que nunca existió. ¿Acaso pensaba que somos memos?

Incumpliendo las promesas de no hablarle que me acababa de hacer hacía unas milésimas de segundo, exploté y le envié un airado privado, en el cual básicamente le llamaba la atención de forma agresiva por aquel desbarajuste y le echaba la culpa de lo desgraciado que soy. Él, unos días después, tras pensárselo mucho, me respondió con una excusa ingeniosa:


"ostia es verda... se me olvido por completo"


Yo, admirado por su elocuencia, conseguí sobreponerme y contraatacar diciéndole que sabía que había borrado el evento, y que me estaba tomando por un memo. Unos días más tarde, tras consultarlo con su comité de relaciones públicas, Rivers habló:




"pues un dia sin avisar lo hago.... y sin que venga a cuento"




No hacía falta que hiciera un evento de ello para que yo desconfiara. Al Salón Manga me llevé un rotulador permanente grueso y a prueba de sudor. Pero no vi al de los Rivers ni un segundo, y hoy día, con todo lo que ha llovido, el muy moroso aún sigue dándome esquinazo.

¿Sería verdad que se le olvidó ponerse la estrella? ¿Se le olvidó porque borró el evento? ¿Borró el evento porque se le olvidó? ¿Es una obsesión eso de pelarse con tanta frecuencia?

Sólo hay una forma de saber todo esto.
Si vosotros, fans del de los Rivers, queréis hacerle estas y otras preguntas, estáis de enhorabuena. Me complace presentaros una nueva sección, y esa sección se llama "Cartas al Rivers". Mandadnos por correo o privado vuestras preguntas, o simplemente ponedlas en los comentarios de nuestras entradas, que nosotros seleccionaremos las mejores y más ofensivas de entre ellas y se las preguntaremos en persona. Es vuestra oportunidad para que Él aclare todos los enigmas que siempre habéis querido que aclarara. Yo ya tengo listas mis 236.



La última parte de la Saga corre de su cuenta.




Vuestro Primo.

2 comentarios:

  1. (L) el autor de esta entrada me hace sentir orgulloso de ser familiar suyo. "aunque sospecho que las revisó todas." es una frase simplemente genial. Hacia un par de días (coincidiendo con la segunda entrega) que no me reía tanto

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  2. Depués de felicitar al equipo por este ingenioso blog, quisiera colaborar con la siguiente pregunta que me roba el sueño: ¿Alguna vez, estos individuos conocidos como rivers, serán capaces de ofrecer a sus respectivas madres como distracción?

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